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La cueva del dinosaurio

Invitados

Premio: "Esfuerzo" (gracias, Sak).

Premio: "Esfuerzo" (gracias, Sak).

Gracias de nuevo, Sak, especialmente por lo que significa este premio. Y más ahora que ya sabes que no está de moda el esfuerzo. Por eso, permíteme que por una vez, aunque las bases del premio no lo permitan, yo te conceda este premio también a ti ex aequo con algunos de nuestros amigos. Espero que nadie se enfade ni se moleste y tampoco tú lo consideres un toma y daca.

Sak
Hannah
Trini
Furgo
Pau
Joana

La piedra del mediodía
Homero
Lee Tamargo
El viejo farero

Enhorabuena a Sak y a todos por la calidad de vuestro trabajo.

Javier Auserd.

Premio: "Diamante de las cosas que importan" (Gracias, Sak).

Premio: "Diamante de las cosas que importan" (Gracias, Sak).

Mi amiga Sak me ha dado otro premio. Gracias, Sak. Y, aunque con retraso (por mi proverbial lentitud), yo se lo doy a:

Trini
Furgo
Pau
Hojas del alma
La piedra del mediodía
Hannah
La ventana de mi alma
Katheryne
El hábitat del unicornio
Lee Tamargo

Enhorabuena a los premiados. A algunos no os van mucho los premios aunque los apreciáis. Pero ya sabéis que no estáis obligados a nada.

Javier Auserd.

Gracias otra vez, Sak.

Gracias otra vez, Sak.

Sak es una gran dadora de premios. Le gusta dar premios a la gente que aprecia y yo me siento orgulloso de ser uno de ellos, aunque en mi caso sea inmerecido. Gracias, Sak. Tú sabes muy bien lo que anima recibirlo. Yo se lo doy en esta ocasión a:
Oana
Lee Tamargo
Javier Luna
Katheryne
Homero
Mela

Enhorabuena a todos.

Goodbye Mr. President. A.P.Alencart.

Goodbye Mr. President. A.P.Alencart.

Foto de Alfredo Pérez Alencart por Gabriel Alonso

  

Primer mandato
LÁGRIMAS DE COCODRILO

Y Bush lagrimeó
al ver llorar a las madres
que perdieron sus hijos
en Irak.

Él y otros podrán decir
esquiusmi o
“mis sentidas condolencias”,
pero todos sabemos
que el saurio no llora
cuando come a la presa:

por sus ojos sale
la abundante saliva
del regusto.

  

Segundo mandato
MIENTRAS SE DERRUMBA WALL STREET

Yo, que no tuve
ni tengo
acciones de valor
alguno.

Yo, que sólo poseo
un coche de dos puertas
próximo al desguace,

mas un piso barato
en las afueras de mi
ciudad pequeña,

confieso no sentir
tribulación
cuando leo el titular:
“Lunes negro en la Bolsa
de Nueva York”.

Y a la orilla del Tormes
desayuno tranquilo,
mientras se derrumba
Wall Street.

© Alfredo Pérez Alencart

(Pinchar en la imagen para editar el desplegable en PDF)

Nota de prensa de la Agencia EFE:
CYL-EE.UU-BUSH. Poeta peruano publica dos poemas en diez idiomas para despedir George W.Bush. Salamanca, 15 ene (EFE).- El poeta peruano Alfredo Pérez Alencart, afincado en Salamanca desde hace 23 años, ha publicado un desplegable con dos poemas traducidos a diez idiomas como "despedida de los poetas del mundo" al presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, quien abandonará su cargo el próximo 20 de enero. Pérez Alencart ha explicado hoy a Efe que el objetivo "es despedir a Bush, pero también pueden servir de ejemplo o de toque de atención para otros muchos mandatarios del mundo que están mirando hacia otro lado". El primer poema, en el que critica la actitud mantenida por ese mandatario en la guerra de Irak y sus lágrimas en los entierros de los primeros soldados muertos, fue escrito "hace cinco o seis años, pero su publicación ha coincidido ahora con su salida del gobierno". El segundo texto, de carácter autobiográfico, narra las consecuencias que el derrumbe de Wall Street ha tenido para muchas personas, y critica la codicia de las personas y el consumismo de la sociedad fomentado desde los gobiernos. Pérez Alencart ha explicado que "hoy, como en tiempos bíblicos, la codicia y el saqueo carcomen el corazón del hombre", y que con la composición pretende "dar una llamada de atención a una sociedad de la que Bush es paradigma". El autor ha catalogado como una "broma de mal gusto" que el presidente saliente de los Estados Unidos se considere cristiano, y ha señalado que sus poemas pueden ser una "advertencia para imperios venideros y para quienes tienen por Dios al dinero y las armas, en feliz connivencia con ciertas jerarquías eclesiales". Pérez Alencart ha asegurado que "Bush, como cualquier otro mandatario ensoberbecido por la potencia de su nación" es culpable de "dejar actuar sin cortapisas a los butroneros de cuello blanco que desvalijaron a unos y a otros, además de erosionar seriamente la credibilidad del capitalismo salvaje". Los poemas, que pretenden resumir los dos mandatos del líder estadounidense, han sido traducidos al alemán por Sigrid Becher, al inglés por Joseph Kreig, al árabe por Abdul Hadi Sadoun, al ruso por Kirril Korkonosenko, al francés por Max Alhan, al coreano por Whanbai Bank, al indonesio por Yohanes Manchitu, al portugués por Álvaro Alves de Faria, al estonio por Helina Aulis y al vietnamita por Trinh Thu Huong. EFE jmb/rjh.

Gracias, Sak.

Gracias, Sak.

Mi amiga Sakkarah, que tiene conmigo una paciencia tremenda rayana en la santidad, hace unos 13 días (nada menos) que me dió un premio y yo me he enterado ahora mismo porque no entro ni en mi propia casa de lo tonto que estoy. Es el Premio Morilandia 2008. Ya le he dicho en alguna parte (no recuerdo si en su casa o en la mía) que, a partir de ahora, me de el premio Lerdo (1898 a 3025) para ver si así espabilo. Gracias Sak. No era por escaquearme de decir mis favoritos (aunque me da cien patadas porque siempre te dejas fuera a cientos que deberían estar dentro), es que, como sabes, "los años no pasan en balde". Gracias otra vez.
Y yo, como no puedo premiar a Sak (que bastante tiene con aguantarme), premio a:
Trini
Hannah
Ana Piedra
Furgo
Pau
Felicidades a los premiados y para mí ... rabos de pasas.

Quiero ser como tú. El libro de la selva.

(Sha dubi du tp trp)
Yo soy el rey del jazz a go-go,
el más mono rey del swing.
Más alto ya no he de subir
y esto me hace sufrir.
Yo quiero ser hombre como tú
y en la ciudad gozar,
como hombre yo quiero vivir,
ser tan mono me va a aburrir.
Ah, huppy do,
(huppy we)
quiero ser como tú,
(hap bi dubi duá)
quiero andar como tú,
(cheep)
dar como tú,
(cheep)
tú.
(ui bi dibi di bi)
A tu salud,
(schubidu)
dímelo a mí,
(scubidubidubi)
si el fuego aquí
me lo traerías tú.

A mí no me engañas, Mowgli,
un trato hicimos yo y tú.
Y dame luego, luego, del hombre
el fuego para ser como tú.
Y dame el secreto cachorro
dime, cómo debo hacer
dominar quiero el rojo fuego
para tener poder.

Ah, huppy do,
(huppy we)
quiero ser como tú
(hap bi dubi duá)
quiero andar como tú
(cheep)
dar como tú
(cheep)
tú.
(ui bi dibi di bi)
A tu salud
(chubidu)
dímelo a mi
(scubidubidubi)
si el fuego aquí
me lo traerías tú.

Basado en la letra subida por carlos_t
Fuente: musica.com

No descubro nada nuevo si digo que Walt Disney tuvo, al parecer, claras simpatías profascistas y pronazis, luego matizadas y reconducidas por el FBI y la CIA hacia la exaltación de la democracia americana y el "american way of life". Es una tentación muy grande intentar descubrir nacionalidades y maniqueísmos en sus personajes. Y también, como no, en su adaptación de la obra del militarista británico Joseph Rudyard Kipling nacido en la India, "Jungle Book" (El libro de la selva) en la que Walt estoy convencido que radicalizó y estereotipó a los personajes dejando traslucir sus fobias y filias. Así, sucumbiendo a esa tentación, aun a riesgo de equivocarme, no puedo dejar de creer ver en Bagheera, la pantera, la eficacia germánica, en Baloo, el oso, la bobalicona indolencia americana, en el elefante la chifladura británica, en los lobos que crían a Mowgli la nobleza de los rusos blancos (zaristas), en Shere Khan, el tigre, la refinada crueldad francesa, etcétera y, sobre todo, sobre todo, el rey mono, rey Louie, que es, clarísimamente, el negro Louis Armstrong y cubanos son el resto de los monos y los buitres son un cubano, un mejicano, un argentino y un andaluz.
No pretendo juzgar a nadie y seguramente me he pasado de listo. Sólo quiero, análisis equivocados (o no) aparte, que disfrutéis, como yo, de la gracia contagiosa y pegadiza de esta canción. Y os dejéis llevar, como dice Baloo, por su "¡Ouh, qué ritmo más sabroso!".

Sigue así, Hannah.

Sigue así, Hannah.

http://serrizomatico.blogia.com

Mi amiga Hannah, que tiene un blog de auténtico culto (a fuerza de sencillo y humano y también por audiencia), cita en términos elogiosos un comentario mío de hace algún tiempo en una de sus anotaciones. Gracias Hannah. Espero que no nos sigan acusando de ser una secta buenista. En cualquier caso, a mi comentario me remito y a tu enorme sentido común. ¡Ya quisiera cualquiera de las muchas sectas (algunas unipersonales) de la estupidez, que pululan por todas partes, ser tan espontáneas, tan sinceras, tan frescas, tan antisectarias, tan abiertas, tan libres! Un beso.

Javier Auserd.

Retirado en la paz de estos desiertos. Quevedo.

Retirado en la paz de estos desiertos. Quevedo.

Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos.

Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
o enmiendan, o fecundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos
al sueño de la vida hablan despiertos.

Las Grandes Almas que la Muerte ausenta,
de injurias de los años vengadora,
libra, ¡oh gran Don Josef, docta la Imprenta.

En fuga irrevocable huye la hora;
pero aquélla el mejor cálculo cuenta,
que en la lección y estudios nos mejora.

Don Francisco de Quevedo y Villegas.

Son número 6. Nicolás Guillén.

Son número 6. Nicolás Guillén.

Yoruba soy, lloro en yoruba
lucumí.
Como soy un yoruba de Cuba,
quiero que hasta Cuba suba mi llanto yoruba;
que suba el alegre llanto yoruba
que sale de mí.

Yoruba soy,
cantando voy,
llorando estoy,
y cuando no soy yoruba,
soy congo, mandinga, carabalí.
Atiendan amigos, mi son, que empieza así:

Adivinanza
de la esperanza:
lo mío es tuyo
lo tuyo es mío;
toda la sangre
formando un río.

La ceiba ceiba con su penacho;
el padre padre con su muchacho;
la jicotea en su carapacho.

¡Que rompa el son caliente,
y que lo baile la gente,
pecho con pecho,
vaso con vaso,
y agua con agua con aguardiente!

Yoruba soy, soy lucumí,
mandinga, congo, carabalí.
Atiendan, amigos, mi son, que sigue así:

Estamos juntos desde muy lejos,
jóvenes, viejos,
negros y blancos, todo mezclado;
uno mandando y otro mandado,
todo mezclado;
San Berenito y otro mandado,
todo mezclado;
negros y blancos desde muy lejos,
todo mezclado;
Santa María y uno mandado,
todo mezclado;
todo mezclado, Santa María,
San Berenito, todo mezclado,
todo mezclado, San Berenito,
San Berenito, Santa María,
Santa María, San Berenito
todo mezclado!

Yoruba soy, soy lucumí,
mandinga, congo, carabalí.
Atiendan, amigos, mi son, que acaba así:

Salga el mulato,
suelte el zapato,
díganle al blanco que no se va:
de aquí no hay nadie que se separe;
mire y no pare,
oiga y no pare,
beba y no pare,
viva y no pare,
que el son de todos no va a parar!

De El son entero, 1.947.
¡Nunca me cansa don Nicolás!

Liliana.

Liliana.

Cuando ya no estemos aquí, si un día le hablan de mí a un desconocido, lo único que le pido es que sepa verme (a través de lo poco que haya sabido ir dejando por ahí disperso pero colocado) con los ojos de un corazón tierno, con los ojos de un corazón chispeante, con los ojos de un corazón vivo, con los ojos de un corazón humano. Es decir, le pido que sepa verme con ternura, con chispa, con misericordia, con humanidad. O que, de lo contrario, no me mire.
Y creo que a todos, o casi, nos gustaría algo parecido.
Digo esto, porque voy a presentaros a una mujer que ya no está entre nosotros. Se llamaba Liliana y a mí me la presentó uno de mis ciberamigos: Juan Carlos Guerrero. Y, aunque sufrió mucho (lo que, por cierto, no le dio ni le da derecho a nada), no la traigo por su excelsa calidad literaria ni nada parecido. La traigo aquí, os la presento, como un ser humano en toda la inmensa extensión de su drama, con sus dos mitades (ya sabéis: el bien y el mal, lo mejor y lo peor, lo más sublime y lo más deleznable, aciertos y errores, grandezas y miserias, etc, etc.) bien fundidas, como deben de estar esas mitades, como suelen estar esas mitades, digan lo que digan los diagnósticos técnicos. La traigo aquí, no para que admiréis su perfección lingüística, su altísima belleza idílica, su estilo depurado, su pertenencia a las élites semánticas prosódicas, prosopopéyicas y metafóricas (que con tanta razón nos insultan y regañan), sus líricos poemas impregnados por la lánguida cadencia decimonónica de los leves atardeceres color turquesa ...
No.
Os traigo a una mujer que vivió mal, que durmió mal, que se relacionaba mal con los demás y que escribía mal (no sé si por eso), pero que intentó volcar lo que sentía, como lo sentía y cuando lo sentía (como las vomitonas), sin pensar que existieran esos seres, casi nada humanos, de corazón seco y ninguna misericordia (¡ellos se lo pierden, o se lo ganan, nunca se sabe!). Os traigo a una mujer de una pieza, que lo pasó mal, se equivocó, se cayó, se levantó una y otra vez y al fin, algún ángel bueno, conmovido, consiguió que se durmiera tranquila para poder llevársela en brazos a algún otro universo más amable que tan a pulso se había ganado.
Estés donde estés, te mando un beso muy suave, Liliana, que descanses.


http://liliananaus.blogspot.com

Javier Auserd.

Partida. Gea.

Partida. Gea.

http://alnilam.blogia.com/

Tengo otra ciberamiga que se llama Gea, como la diosa griega que personifica a la Madre Tierra, que escribe muy bien. Mas no se limita a eso, sino que escribe, sobre todo, poesía y dentro de la poesía unos sonetos que dejan con la boca abierta tanto por la belleza y sensibilidad de su contenido como por la perfección formal de su estructura.
Ella, por educación, se quita importancia, pero, afortunadamente, ahí estan sus versos para poner en su sitio a su talento. ¡Menos mal que leyéndola podemos admirarle todos!
Os dejo con su arte insuperable, maravillosa superación del arte del insigne maestro Quevedo. Espero que la sigáis con frecuencia, para enriqueceros, como yo hago.

 

Tu adiós partió mi vida en dos mitades
y en una de ellas sigues habitando,
y sin saber por qué, cómo ni cuándo,
te haces el dueño de mis soledades.
 
Me aplicas la mayor de las crueldades
mostrando que ahí estás, pero no estando,
mientras mi otra mitad, agonizando,
arde en la hoguera de tus vanidades.

Duelo sin fin, mitades frente a frente ...
tan sólo tú arbitrando la jugada
con riguroso afán, indiferente.

Y sé que vivo así, diseccionada;
en una parte tú, siempre presente,
y en la otra, sin ti, no existe nada.

 

Bajo amenaza de vida. Mario Meléndez.

Bajo amenaza de vida. Mario Meléndez.

http://www.sbhac.net/Escritores/Escritores.htm 

Una mañana salí de mi tumba y grité: “No escribiré otra línea jamás”, y las palabras saltaron de sus asientos a protestar por lo que ellas creían injusto. Viendo que no obtenían respuesta, se juntaron en secreto durante largas horas resolviendo por fin declararme la guerra. Como primera medida, se tomaron mi casa, echaron llave a mi pieza y a mis muebles, se apoderaron de mis juguetes, mis libros, mis papeles, rayaron las murallas acusándome de cobarde y firmaron una larga lista para expulsarme del gremio. Viendo que tampoco obtenían respuesta, acordaron una huelga de hambre y de sed, y me advirtieron que sería hasta las últimas consecuencias, no sin antes, por supuesto, pedirme algunas frazadas para cubrirse del frío y del viento, y el antiguo tocadiscos de mi padre para escuchar sus temas preferidos. Yo, mientras tanto, me divertía a más no poder con las travesuras de la Pantera Rosa, y bebía cerveza y fumaba a destajo, recostado sobre el sofá más cómodo del planeta. Pero de vez en cuando echaba un vistazo a mis queridas compañeras de ruta, y las oía hablar en voz baja, las oía llorar y reír entre ellas, recordar lejanos lugares, lejanos objetos, recordar algunos rostros, una mujer, un beso, una mirada, una sonrisa que se apagó para siempre. Entonces yo también lloré y reí y volví a llorar, y quise amigarme con ellas llevándoles algunas disculpas y uno que otro refrigerio. Grave error, las malditas me dijeron de todo. Probé suerte de nuevo unos días más tarde, les hablé sobre mi vida, sobre mis dudas, mis temores, sobre la fija idea de dedicarme a otra cosa, en fin, de arrojar la toalla. Entonces las palabras más viejas, las más usadas, las más escritas, aquéllas que abrazaron mi causa a ojos cerrados, se sentaron en mis rodillas y en voz alta, casi entre lágrimas, comenzaron a decir mis poemas a los cuatro vientos. Y allí me quedé en silencio escuchando aquel murmullo, aquel sonido de hojas que jamás tocó la tierra. Allí me quedé en silencio, y me vi por primera vez, en esos versos desnudos, en esos versos hambrientos, en los publicados, los inéditos, los incompletos, los que ya no recordaba o no quería recordar. Allí me vi por primera vez, cuando ellos me miraron a los ojos y me mostraron sus alas para volar por el mundo.
(De "Vuelo subterráneo").

Os traigo un relato breve de un joven poeta chileno que se va abriendo paso en este durísimo pantano literario. Me parece que escribe muy bien, al menos a mi me gusta mucho. Pienso ir dando a conocer, poco a poco, más de su obra. Espero que también os guste a vosotros.

Javier Auserd.

Mario Meléndez (Linares, Chile, 1971). Estudió Periodismo y Comunicación Social. Entre sus libros figuran: “Autocultura y juicio” (con prólogo del Premio Nacional de Literatura, Roque Esteban Scarpa), “Apuntes para una leyenda” y “Vuelo subterráneo”. En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitado a numerosos encuentros literarios entre los que destacan el Primer Encuentro Internacional de Amnistía y Solidaridad con el Pueblo, Roma, Italia, 2003, donde es nombrado miembro de honor de la Academia de la Cultura Europea. A comienzos del 2005, es publicado en las prestigiosas revistas “Other Voices Poetry” y  “Literati Magazine”. Durante el mismo año obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, holandés, alemán, rumano, persa y catalán. Actualmente trabaja en el proyecto “Fiestas del Libro Itinerante”.

En el nombre de la madre. Erri de Luca.

En el nombre de la madre. Erri de Luca.

http://www.siruela.com/catalogo/catalogo.php3?ficha=1049&site=col


Acabo de leer un libro que ha lanzado la editorial Siruela hace muy poco en una cuidada edición y me ha gustado mucho.
Sin embargo, tengo que decir que observo en él varias contraindicaciones que, a continuación, señalo: a los coleccionistas de la "literatura al peso" les frustrará, a los aficionados a los "best-sellers" les aburrirá, a los fanáticos religiosos (judíos y cristianos) les enfurecerá, a los fanáticos laicos les decepcionará, a los diletantes les horrorizará, a los pedantes les sorprenderá, a los superficiales les espantará, a los profundos les repelerá ... y así sucesivamente.
Es una obra brevísima que, a pesar de estar clasificada como narrativa, yo considero un poema en prosa.
Os lo recomiendo, pero os advierto que no tiene por qué gustaros y os recuerdo que no me toméis al pie de la letra, porque puede, perfectamente, no gustaros y no por ello pertenecer a cualquiera de los tipos arriba indicados.
Ah, otra cosa, si andáis mal de "dineuros", podéis sacarlo prestado de una biblioteca pública.
Y ... ya me contaréis.

Javier Auserd.

¿Qué hacer ...? Jazmín.

¿Qué hacer ...? Jazmín.

http://el-rincon-de-jazmin.blogia.com/


Entre el alba al ocaso,
es tan corto el tiempo ...
como tan mínima ...
es la noche mientras duermo,
¿Qué hacer para evitarlo?
pues la vida,
se me escapa sin pensarlo
y no puedo el reloj pararlo.

¿Qué hacer con el vivido?
los sueños no conseguidos,
los momentos de hastío,
el entresijo del laberinto
en que me han metido,
y que he permitido.

¿Qué hacer con los minutos dichosos?
han sido tan escasos ...
como apenas recordados.
Si memoria hago...
no son más que,los dedos de mi mano,
contándolos.
De mis días no me quejo,
mientras dormía,
los labraba el destino
y despierta era un desatino.

¿Qué hacer con los amores perdidos?
si mis pasiones hubiera desatado ...
a alguno hubiera herido,
por no haberlo consentido,
he llorado por sufrirlo
y han sido tan amargos ...
que lástima me da,
el no habérmelos permitido.

¡Qué hipócrita es este mundo!
Tendría que ser reconocido
por el planeta de lo absurdo,
donde se magnifica los falsos oportunos
y se empobrece,
lo de grandes genios.
¡Vivamos en equilibrio con nuestros pensamientos!
lo primero,
¡son los nobles sentimientos!

Jazmín es otra escritora que, como Sak o como yo o como tantos otros, lucha a brazo partido por encontrar un estilo propio, depurando, puliendo, limando, trabajando el lenguaje ... y, a veces, como todos (yo el primero), se desespera y le dan ganas de mandarlo todo a hacer puñetas. No lo hagas, Jazmín. Yo creo que hay en tí sensibilidad a flor de piel más que suficiente para que sigas adelante, y sigas y sigas ... el resto nos irá viniendo (aunque sea despacio) ... trabajando.
No os perdáis sus cuentos aunque, a la mayoría, ella los llama "Recuerdos".

Javier Auserd.

El aire. Sakkarah.

El aire. Sakkarah.

http://sakkarah.blogia.com


El aire va y viene,
atraviesa el mundo,
abarcando el tiempo;
pero siempre vuelve
en ráfaga de amor.

Río de sentimiento
que corre apasionado
hacia un mar de dicha,
aunque lo apresen
en lagos de ternura.

Fuego que quemó mi piel,
y en ascuas
mantiene vivo este corazón

Tú en mi, a mi lado,
conmigo, amor.

Sakkarah es para mí una escritora llena de sensibilidad, de cariño y de mucha fuerza de voluntad en todo lo que escribe. Como todos nosotros (yo el primero) creo que tiene que seguir escribiendo, por imperativo personal y humano, porque es el único secreto para llegar a conseguir una obra que transmita lo que queremos decir a los demás. Pero tampoco os perdáis sus cuentos llenos de una poesía, vital y refrescante, deliciosa.

Si Garcilaso volviera ... Rafaél Alberti.

Si Garcilaso volviera ... Rafaél Alberti.

http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1636


Si Garcilaso volviera,
yo sería su escudero;
¡qué buen caballero era!

Mi traje de marinero
se trocaría en guerrera
ante el brillar de su acero;
¡qué buen caballero era!

¡Qué dulce oírle, guerrero,
al borde de su estribera!
En la mano, mi sombrero;
¡qué buen caballero era!

De "Marinero en tierra", 1.924.

Hay sonetos de Garcilaso en http://www.garcilaso.org/obras/sonetos.htm pero uno de los que más me gustan es el Soneto XXIII:

 

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza su costumbre.

Autobiografía. Nazim Hikmet (1.902-1.963).

Autobiografía. Nazim Hikmet (1.902-1.963).

Nazim Hikmet  fue, como sabéis, uno de los más prestigiosos poetas turcos y también fue, como suele suceder a menudo en casi todas partes, uno de los más denostados en su tierra. Este poema es quizá el más conocido porque en él se describe a sí mismo con palabras sencillas que van directas al corazón. Si le encontráis un ligero regusto machista no olvidéis los tiempos que corrían y que ... nadie es perfecto.


(Escrita en Berlín Oriental el 11/9/1.961).


Nací en 1902.
Jamás he vuelto a mi ciudad natal.
No me gusta volver atrás.
A los tres años, en Halep, ejercité la profesión de nieto de Pachá,
a los diez y nueve la de estudiante de la Universidad de Moscú,
a los cuarenta y nueve otra vez en Moscú:
y desde los catorce años escribo poesías.
Hay hombres que conocen mil variedades de hierbas, otros
conocen variedades de peces,
       yo, de separaciones.
Hay hombres que saben de memoria el nombre de cada estrella,
        yo, el de las nostalgias.
He dormido en las cárceles y en los grandes hoteles.
He pasado hambre. Casi no existe plato que no haya probado
        incluido el de la huelga del hambre.
A los treinta años han querido ahorcarme,
a los cuarenta y ocho quisieron concederme la medalla de la Paz
        y me la concedieron.
A los treinta y seis, necesité seis meses para recorrer
cuatro metros cuadrados de sombrío hormigón.
A los cincuenta y nueve, en diez y ocho horas volé
desde Praga a La Habana.
En 1951, en un mar, en compañía de un amigo,
anduve sobre la muerte.
En 1952, con un corazón cascado, tendido sobre la espalda,
esperé a la muerte más de cuatro meses.
Fui locamente celoso de las mujeres a las que amé.
No le tuve ninguna envidia a nadie, ni siquiera a Charlot.
Engañé a mis mujeres.
Nunca hablé mal detrás de mis amigos.
He bebido, sin llegar nunca a borrachín.
Siempre con el sudor de mi frente
gané mi dinero ¡Qué suerte para mí!
Sentí vergüenza ajena. Mentí.
Mentí por piedad.
Pero nunca dije mentiras porque sí.
He subido en tren, en avión, en coche.
La mayoría no lo consigue.
He ido a la Ópera.
La mayoría no consigue ir
      a la mezquita, la iglesia, el templo, la sinagoga, los hechiceros;
ni siquiera ha oído hablar de la Ópera.
Sin embargo, desde los 21 años no voy
a muchos de los sitios adonde va la mayoría,
      pero suelo hecerme leer el porvenir
           en los posos del café.
Mis escritos están impresos en cuarenta idiomas
y prohibidos en mi Turquía, en mi propia lengua.
No tengo aún el cáncer,
tampoco es obligación padecerlo.
Nunca seré primer ministro o cosa perecida,
tampoco me gustaría serlo.
No fui a la guerra
pero tampoco bajé a los refugios en medio de la noche.
No me arrastré en las carreteras
huyendo de los aviones que vuelan a ras de tierra.
Cerca de los sesenta me enamoré.
En pocas palabras, amigos míos
aunque esté hoy en Berlín, muriendo de nostalgia,
      puedo afirmar
      que he vivido como un hombre.
En el tiempo que me queda por vivir
         ¿qué podrá ocurrirme aún?
           ¿Chi lo sa ?

 

Traducción de Soliman Salom, 1.970
De "Nazim Hikmet: Antología", Alberto Corazón, Editor, 1.970, Madrid.

Javier Auserd.

Loreena y Jordi.

Loreena y Jordi.

Hace unos días descubrí dos páginas de música que me gustan mucho y quiero compartirlas con vosotros, a ver qué os parecen.


Una es la página del sello discográfico del violoncelista catalán Jordi Savall y su grupo. Se llama Alia-Vox y está en:
http://www.alia-vox.com
Os la recomiendo.

La otra es la del sello discográfico de la cantautora canadiense de origen escocés Loreena McKennitt. Se llama Quinlan Road y está en:
http://www.quinlanroad.com
Espero que también os gusten y que las disfrutéis.

Javier Auserd.

Esta anotación es del día 10/2/07. También se han perdido los comentarios.

La ley. José Hernández (1.834-1.886).

La ley. José Hernández (1.834-1.886).

http://en.wikipedia.org/wiki/Ley_line

(...)
La ley es tela de araña,
en mi inorancia lo esplico:
No la tema el hombre rico,
nunca la tema el que mande,
pues la ruempe el bicho grande
y sólo enrieda a los chicos.

Es la ley como la lluvia:
Nunca puede ser pareja;
el que la aguanta se queja,
pero el asunto es sencillo:
La ley es como el cuchillo,
no ofende a quien lo maneja.

Le suelen llamar espada
y el nombre le viene bien;
los que la gobiernan ven
a dónde han de dar el tajo:
Le cai al que se halla abajo
y corta sin ver a quién.

Hay muchos que son dotores,
y de su cencia no dudo;
mas yo soy un negro rudo
y aunque de esto poco entiendo,
estoy diariamente viendo
que aplican la del embudo.
(...)
("La vuelta de Martín Fierro", 1.879).

Adviértase la fecha en la que fueron escritos estos versos. ¡Qué poco ha cambiado todo! ¿No os parece?

Jornaleros. Miguel Hernández. (Viento del pueblo, 1.937).

Jornaleros. Miguel Hernández. (Viento del pueblo, 1.937).

Jornaleros que habéis cobrado en plomo
sufrimientos, trabajos y dineros.
Cuerpos de sometido y alto lomo:
jornaleros.
 
Españoles que España habéis ganado
labrándola entre lluvias y entre soles.
Rabadanes del hambre y el arado:
españoles.
 
Esta España que, nunca satisfecha
de malograr la flor de la cizaña,
de una cosecha pasa a otra cosecha:
esta España.
 
Poderoso homenaje a las encinas,
homenaje del toro y el coloso,
homenaje de páramos y minas,
poderoso.
 
Esta España que habéis amamantado
con sudores y empujes de montaña,
codician los que nunca han cultivado,
esta España.
 
¿Dejaremos llevar cobardemente
riquezas que han forjado nuestros remos?
¿Campos que ha humedecido nuestra frente,
dejaremos?
 
Adelanta, español, una tormenta
de martillos y hoces: ruge y canta.
Tu porvenir, tu orgullo, tu herramienta,
adelanta.
 
Los verdugos, ejemplo de tiranos,
Hitler y Mussolini labran yugos.
Sumid en un retrete de gusanos,
los verdugos.
 
Ellos, ellos nos traen una cadena
de cárceles, miserias y atropellos.
¿Quién España destruye y desordena?:
¡Ellos!¡Ellos!
 
Fuera, fuera, ladrones de naciones,
guardianes de la cúpula banquera,
cluecas del capital y sus doblones:
¡fuera, fuera!
 
Arrojados seréis como basura
de todas partes y de todos lados.
No habrá para vosotros sepultura,
arrojados.
 
La saliva será vuestra mortaja,
vuestro final la bota vengativa,
y sólo os dará sombra, paz y caja:
la saliva.
 
Jornaleros: España, loma a loma,
es de gañanes, pobres y braceros.
¡No permitáis que el rico se la coma,
jornaleros!