Vergüenza propia.
Si fuéramos capaces (que no lo somos, ni lo seremos) de analizar fría, objetiva y desapasionadamente, 67 años después, las cifras de muertos durante y después de nuestra guerra (in)civil, mediante, por ejemplo, una comisión oficial técnico-científica, lo primero que quedaría en evidencia es que no hayamos sido capaces de hacerlo antes (ni, a este paso, luego).
Aunque sólo fuera por pura curiosidad, a mí me gustaría (sin revanchas ni tener que oír ridículos e interesados argumentos de este calibre) saber cifras. Lo cual, probablemente, es lo que tratan de evitar a toda costa algunos, porque las cifras, puras y duras, serían, estoy convencido, escalofriantes, incontestables y subversivas por sí mismas.
Sin embargo, algo así, además de necesario y escandaloso (me refiero al hecho de que no se haya producido antes) es otra lacra más de las que llevamos los españolitos tranquilamente a cuestas como si tal cosa.
Hoy, doce de octubre, día de la fiesta nacional española, habría sido buena fecha para anunciar uno de los gestos más patrióticos de la era moderna: la creación de esta Comisión de Investigación Histórica y el inicio de sus trabajos. Ya sé que hay algo empezado a través de los duros y obstaculizados trabajos de las Asociaciones de Recuperación de la Memoria Histórica y los Registros oficiales donde constan todos los muertos del bando franquista, perfectamente identificados desde siempre, pero hace falta un respaldo oficial que no existe y al que el gobierno de Zapatero tiene miedo.
Por tanto, deberíamos ser, como siempre, los ciudadanos quienes impulsemos y presionemos para que dejen de seguir escondiéndonos la verdad que tenemos derecho a conocer aunque sea 67 años después (y no la campaña artificial y falsa del PPMundo sobre el 11-M, judicialmente aclarada más que de sobra).
Mientras la extrema derecha provoca a los extremistas catalanes o directamente se disputa (nunca mejor dicho) el control de ciertos puticlubs, los verdaderos patriotas demócratas, euroconvencidos y seres humanos en general, deberíamos (repito) apoyar e impulsar estas investigaciones, aunque sólo sea para que no se consume una de las mayores y dolorosas tomaduras de pelo de la Historia mundial.
Os dejo algunas direcciones sobre el tema, pero hay muchas más:
www.memoriahistorica.org
www.loquesomos.org
www.guerracivil.org/
www.memoriadelfuturo.org/
www.memoriahistorica-palencia.org/
Javier Auserd.
4 comentarios
Dinosaurio -
Besos.
Trini -
Un abrazo
Dinosaurio -
Abrazos.
Gatopardo -
La última de Blas Piñar fue entregarle la medalla del Valor a aquel borrachuzo de Roquetas que salió en camiseta a pegar tiros de fogueo en la manifestación de apoyo a los guardias que golpearon con porras eléctricas (prohibidas) al detenido, que según los forenses tenía el esternón roto por los intentos de reanimación.
¡Vaya vergüenza de país tenemos!
Un abrazo fuerte.