Accidentes.
http://www.lavozdeldesierto.com/ojinaga/08oct06/nota25.htm
Que nunca nos pongan las circunstancias
en el lugar de los hechos
el día de autos.
Uno.
-¿Cómo sigue?
-Ahora parece un poco tranquilo. Le ha dado la médica un relajante.
-Procura que no le moleste nadie. ¡Pobre hombre!
-No te preocupes, nadie le va a molestar.
-¿Tu crees que le caerá mucho?
-Sí. A este sí. Por desgracia.
-Es que me pongo malo. No hay derecho.
-Sí, se le revuelve a uno el estómago.
-Pensar que, encima, le van a caer un montón de años por asesinato.
-Eso es lo que te pone malo. Mejor no pensar.
-¿Quieres un refresco?
-No. Me acabo de tomar un café.
-Yo voy a por uno.
-Sube al vestíbulo, porque la de aquí está otra vez estropeada, como siempre.
-Siempre está rota, yo no sé por qué no la tiran a la basura de una vez.
Dos.
-Ya estoy aquí. Oye, otra vez hay sangre en la escalera.
-Sí, es del Zum-vao, que se ha vuelto a lesionar con un azulejo roto cuando le iban a llevar a interrogatorios.
-¿Qué marrón se va a comer ahora?
-Ahora es más serio. Una niña que abusaron los de la banda del Chirla en Entrevías y le pagan por inculparse. Pero luego se lo ha pensado mejor y ahora dice que naranjas de la China. En fin, ya sabes, lo de siempre.
-Sí, ¡qué coñazo! El que ha vuelto más seriecito del Puerto es el Jorobas. ¿Le has visto?
-¡Sí, calla, que se ha dejado perilla y dicen que se ha hecho evangélico o evangelista o lo que sea eso! Dicen que ya no se droga porque Jesús le ama …
-¿Jesús? ¿Se ha vuelto maricón?
-¡No, hombre, no! ¡Jesús, Jesucristo!
-¡Ah, bueno! ¡Qué susto me habías dao!
-Si es que está todo desquiciao. Manolo, el de la científica, el de laboratorio …
-Sí, ¿qué le pasa?
-Me han dicho que le han pillado con unos gramos de coca de la última requisa.
-¡No jodas!
-Como lo oyes. Creo que andaba mal de pasta porque su hija se ha ido este verano a Irlanda a estudiar, y … claro.
-¡Claro! ¡No me jodas! ¡Pero si era un tío más majo que la hostia!
-¡Ya ves! Al final tos caemos.
-No lo digas ni en broma, ¡joder!, que me quedan dos años.
-¡Ya! Y a mí uno y medio. ¿Y qué? Esto es como el furbol: hasta que no pita el de negro, puede pasar de to.
-¡Calla, calla, anda, no seas gafe!
-Sí, sí. Sé quien dices. Pero es lo que hay.
-¡Anda, anda! Cambiando de tema, ¿por qué no te asomas a ver de ese pobre hombre? No me da buena espina.
-¿Qué temes, que se suicide?
-No sé. Cosas más raras hemos visto.
-Si es que no hay derecho, ¡joder! Y pensar que al que ha matado sólo le habría caído una multa o poco más.
-Ya te he dicho que tú no pienses. Que nos pagan por obedecer, ver, oír y callar. Que así es como nos jubilaremos y no pensando.
-Ya, pero es que esto es muy fuerte. Nosotros habríamos hecho lo mismo que él.
-Sí, eso es verdad. A mí me atropellan a mi niña como hizo el cerdo ese al que se ha cargado y … y le mato.
-¡Toma! ¡Pues es lo que ha hecho este hombre!
-Pues se ha jodido la vida para siempre.
-Y ¿qué le puede importar eso ahora?
-Sí. Eso es verdad. Voy a ver.
Javier Auserd.
4 comentarios
Gea -
Me ha parecido excelente tu dominio del diálogo. Me ha gustado mucho esa conversación que se llevan, como el que no quiere la cosa, de un modo tan intrascendente y sobre temas tan trascendentes en cambio.
Créeme que hasta los visualizaba, de real que me ha resultado su cotidianeidad.
Incluso, hasta llega una a entender la reacción de tomarse la justicia por su mano; la plantean como comprensible, como reacción lógica en ese caso.
Un saludo.
Gea.
Dinosaurio -
Besos.
Trini -
Bueno y actual el diálogo.
No se yo si eso de tomarse la justicia por su mano...
Un abrazo
Sakkarah -
A veces pagan justos por pecadores, no siempre hay justicia y abunda más la ausencia de esta.
Un hijo duele demasiado, y en caliente uno es capaz de cualquier cosa...
Un beso.