Carta a mi viejo gato viejo.
Ya has visto cómo es esto
que los humanos llamamos
vida, compañero.
Lo conoces.
Trabajo duro, disgustos,
problemas, preocupaciones,
traiciones, golpes bajos,
nervios, discusiones,
más disgustos sin tregua ...
Lo conoces, lo has visto.
Toda una dura vida de lucha constante,
para nada.
¡Ah, si, espera, para algo!:
para poder terminar
debajo de un puente.
Hay quien consigue ahorrar un poco,
lo suficiente,
con mucho esfuerzo,
y tiene una vejez algo tranquila.
Y los ricos todos, claro está,
todos tienen
una vejez tranquila.
Porque los ricos, compañero,
no suelen terminar bajo los puentes,
como los pobres,
como nosotros podríamos terminar
un día cualquiera.
Si acaso algún día,
o no tardando mucho,
nos tocara terminar allí,
tú no te quedes,
¡escapa!, ¡sal pitando!,
¡escapa!,
¡y corre, corre, corre!,
escapa, corriendo, de la muerte.
Javier Auserd.
3 comentarios
Dinosaurio -
Un beso fuerte.
Hannah -
Y sí, la vida es dura, amigo Dinosaurio, ¡Qué te voy a contar! pero hasta lo duro tiene su aspecto blando y en la vida, los amigos cuadrúpedos o de dos patas, y los momentos de compartir y amar, representan lo blando, si bien a veces es menor de lo que quisiéramos. Anímo pues, compañero y sigamos en la brecha.
Un abrazote enorme
Hannah
Sakkarah -
Tu vales mucho para terminar bajo un puente...
Es injusta la vida, y nosotros también.
Un beso.