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La cueva del dinosaurio

Los pies en la tierra.

Los pies en la tierra.

La rendición de Breda, 1.634. Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1.599-1.660).

Aventuras Caseras Asociadas (A.C.ASO.), presenta: Cap. III

La pequeña operación, relativamente fácil, que tuvimos que montar en el tema de Charli contra Lutecio me hizo pensar que, cuando hacía falta, formábamos un equipo, y un equipo bastante aceptable, por cierto. ¿Por qué no estructurarlo mejor y ampliar el negocio?, ¿por qué no montar una empresa de seguridad?, ¿por qué no montar una empresa que mandara mercenarios a Irak y comprara Piraña IV8x8 para labores de escolta?
Para, para, para. Echa el freno, Magdaleno. Anda, anda, no alucines, que tú no tomas nada como para eso. Deja de montarte el cuento de la lechera, que ya sabes cómo acaba. Una cosa es que eches mano de los muchachos en un momento dado y funcionen muy bien y otra muy distinta es que montes un chiringuito y te crezcan los enanos, que sería lo más fácil que te ocurriera. De modo que, tranquilízate. Tú, al tran tran y al vino, vino, que luego pasa lo que pasa, ¡si es que vas como loco!
Y así fue como, en diez segundos, se perdió el mundo un millonario … o un parado sin paro, porque los autónomos ya se sabe: mucho rollo y mucho bla, bla, bla, de que ya, pero, de momento … un saco de cemento. Ahora dicen que en 2.009 y luego que en 2.012 y así sucesivamente y si llega nos costará el otro ojo de la cara y … no es por nada (que me disimulen los de la ONCE), pero sería yo el primer detective ciego de la era moderna, no como en el Siglo de Oro que los había a porrillo y más listos que el hambre. Ahora la burocracia … Pero bueno, que no, que no es plan, ¿vale?

Total, que me apuntaron el carajillo y me volví al despacho a colocar papelotes. Me picaban los ojos de la sequía porque llevamos un otoño y lo que va de invierno más secos que la momia de Nefertiti y me dolían las piernas cosa mala por culpa del hielo y de la contaminación pero no se desplaza ni de coña el anticiclón de las Azores aquél famoso. Tan enfrascado caminaba pensando en mis cosas y con la guardia al garete (lo que es muy peligroso en este oficio) que, de golpe, al doblar una esquina (es un decir) tropecé con alguien que me llamó por mi nombre:

-¡Pero, hombre, Martín, cómo vas tan despistado!
-¡Hombre, Chus, cómo tú por estos barrios! ¡Te invito a un tinto! - Y entramos en La Urraca.

Se llama Jesús María José de San Antonio y Cifuentes de la Alborada, marqués de Hierbabuena y es amigo de Charli y mío. A veces, incluso, creo que si un día me hundo de una vez por todas, él me consigue una portería. ¡Ah, no, que eso era antes! Bueno, pues … ¡una media pensión … con derecho a cocina!

-Y, ¿qué te cuentas, hombre? ¡Anda que no te vendes caro, macho! – le dije.
-¡Pues anda que tú, que ya no quieres nada con los pobres! – me dijo sarcástico, porque esa frase era una de mis favoritas.
-Bueno, hombre, bueno. Y ¿qué te trae por aquí?
-Pues nada, que me ha dicho Charli que estás hecho un lince y me he dicho: “¡Chus, eso hay que ir a verlo!”.
-¡No me jodas, Chus, hombre! ¿No me digas que te ha pasado algo parecido?
-¡No, no! ¿Por quién me tomas?
-…
-Bueno … no “exactamente”.
-Pero “un poco” parecido, ¿verdad?
-…
-¿Verdad, Chus?
-Hombre … según se mire.
-¡Chus, hombre! ¡Que eras el más listo de la panda!
-Sí, “era” …
-Bueno, hombre. Todo tiene remedio … “en nuestra muerte, amén”. ¿Te acuerdas?
-No sé, no sé, Martín. Esto es muy grave.
-Bueno, bueno. Cuenta, hijo, cuenta.
-Me acuso, padre, de haber pecado …
-¿Sí? … Sigue, sigue, hijo.
-Aquí no. Vamos a mi estudio. Ya sabes que es aquí al lado.

Pagó los tintos con aperitivo y, en un momento, estábamos sentados en un cómodo y carísimo sofá italiano tomando ahora un rioja con aceitunas en el magnífico salón de su estudio.

-Ya sabes que me vuelven loco las mujeres.
-¡Toma! ¿Y a quién no?
-¡A Charli!, por ejemplo.
-Bueno, sí. Se me olvidaba.
-Pues nada que … he conocido a una que …
-Te está sacando hasta el alma.
-¡El alma es lo primero que te sacan! … ¡Si sólo fuera eso!
-…
-… Y se ha metido en un lío por culpa de su ex.
-Bueno … eso parece fácil.
-Sí, “parece”. Su ex es ruso.
-¿Ruso?
-Sí.
-Pero ¿ruso, ruso?
-Ruso.
-¿Muy ruso?
-El típico ruso loco de una mafia rusa loca, chiflado, vodkadicto y peligrosísimo. Le da igual ocho que ochenta. Le da igual matar que morir. Está loco.
-Ya. Pues … encantado de haberle conocido, señor mío. Gracias por los vinos … y tal y tal.
-Tienes que ayudarme.
-No, tengo que irme.
-¿Vas a dejarme colgado?
-Sí. De un tomillo.
-En serio, Martín, tienes que ayudarme.
-¡Y tan en serio, Chus, que voy a salir corriendo y no me vas a ver más el poco pelo que me queda!
-¿Me dejas en la estacada?
-¡Qué jodío! “¿Me das el estacazo?”.
-Si no me ayudas soy tío muerto.
-Iré a tu funeral.
-Pero, ¡es tu trabajo!
-¡¿Suicidarme?! ¡No, gracias, ese no es mi trabajo! Mira, Chus, no tengo nada contra los rusos, pero sí contra los mafiosos rusos locos. Los mafiosos rusos locos no son rusos, pero sí locos. Les da igual todo, tu mismo lo has dicho. Hasta los mafiosos albano- kosovares sólo te matan y ya está. Algunos narcos colombianos primero te matan y luego te cortan los genitales. Pero los mafiosos locos rusos (que, recuerda, no son rusos) ¡lo hacen al revés! Capicci?
-¡Voy a pagarte!
-¡No si me matan!
-Está bien, entonces … adiós.

Hubo una pausa dramática durante la cual la misma luz que inspiraba a Velázquez, colándose por el enorme ventanal del salón del estudio de Chus, inundó con más fuerza el escenario de mis últimas horas sobre la faz de la Tierra.

-¡Bueeeno! … Haré lo que pueda. ¡Pero no puedo garantizarte nada, ¿eh?!
-¡Gracias! ¡Eres un amigo!
-¡Soy un gilipollas!

(¿Continuará?)

© Javier Auserd.

8 comentarios

Dinosaurio -

Trini, Sak, Mela, Juan Carlos, Hannah, Furgo, Homero, hola a todos. Ya veis que lo de este hombre es tremendo. Y lo peor es que no sé cómo sacarle de los líos en que se mete. A ver qué pasa.
Abrazos.

Homero -

Hombre; claro. Tiene que continuar la historia. Un abrazo. H.

Furgo -

Ánimo socio, que vas bien, je je.
Un abrazote.

Hannah -

... eso digo yo también, espero que continúes con este relato y lo aguardo impaciente.
Un abrazo
Hannah

juan carlos guerrero -

Hola, Javier:
Es la misma novela, sólo la he cambiado de nombre.
Continuamos con los relatos entonces…

Mela -

Vamos, como no continúe te arreo, que estoy en ascuas.

Beso.

Sakkarah -

Jo...A veces esos de tener amigos...No sé yo.

Está muy bien, me gusta.

Un beso.

Trini -

Me temo que esta criaturita va de mal en peor, en menudos "fregaos" se mete. En fin, esperemos que salga, ileso, de ellos.

Un abrazo