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La cueva del dinosaurio

Habemus librum.

Habemus librum.

A una persona admirada por mí (y a pesar de eso (¡entre españoles!), amiga), le van a publicar un libro de relatos y va la tía (esta persona) y cede sus derechos de autor a la editorial que se lo edita para no sé qué historia de unos proyectos solidarios en el tercer mundo (que es como decir en el quinto pino) o algo así.

- Tú estás loca. ¿Te vas a perder los miles de millones de euros de beneficios que te va a reportar el cien mil por ciento de la venta de tu obra, teniendo en cuenta que esto es sólo el principio?
- Ya - me ha reconocido inmediatamente - pero ¿para qué quiero yo todo eso?
- Pues, no sé. Me lo podías dar a mí, por ejemplo, que también estoy en el quinto pino (¿o era en la inopia?). O, por lo menos el diez por ciento, ahora que el Banco Central Europeo ha subido, por quinta vez en lo que va de año, el tipo de interés.
- ¿Pero de qué interés me hablas?
- ¡Y yo qué sé! El del precio del dinero, me parece.
- Pero ¿el dinero tiene precio?
- Pero bueno, ¡¿tú en qué mundo vives?!, ¡¿es que no te enteras de nada que tenga que ver con la economía?!, ¡tu eres boba!, ¡¿le vas a dar todo ese pastón a los tercermundistas esos que luego ganan todos los marathones y los cinco mil metros brazas si llegan, cuando llegan?!
- Mira chaval - se tuvo que poner ya un poco seria conmigo esta persona - yo de economía lo justo para ir a la compra y llegar a fin de mes con problemas, como todo el mundo, pero de lo que escribo sé más que tú, de aquí a Roma ida y vuelta. De modo que déjame a mí con lo que hago o dejo de hacer y déjame de porcentajes y precios del dinero y tantos por miles y miles por cientos, ¡ya, hombre! Y, sobre todo, déjame de chistes malos sobre el tercer mundo.
- Vale, vale, pero luego no digas que no te lo advertí.
- ¿Pero qué me has advertido?
- Pues eso, que te van a parar por la calle a pedirte autógrafos y no te van a dejar en paz.
- Pero si firmo con seudónimo y nadie sabe quién soy.
- Ya, ya, ¡que te crees tu eso! Pues no somos listos los españoles ni nada, que nos enteramos de todo enseguida. Mira, sin ir más lejos, el otro día me enteré de que medio Colón, está enterrado en la catedral de Sevilla y eso que lo llevó bien en secreto el tío. 
- Anda, anda, déjame, que tengo que escribir un rato.
- ¿Para dárselo luego a los negritos del Congo?
- Para que me dejen en paz los pesados como tú.

En fin. Yo, a pesar de mis evidentes diferencias neuronales con esta persona como se desprende de la conversación anterior, voy a comprar su libro. Y, aunque no haga falta, porque la conocéis tanto o más que yo, os recomiendo su libro de relatos para que disfrutéis del verdadero placer de la magnífica literatura y no lo que circula por fnaces, cortesingleses y demás antros de moda. En cuanto al defectillo ese de la donación de sus derechos de autor a favor de los más desfavorecidos, aunque a Bush&friends (como Blair, Aznar, etc.) no les guste un pimiento, bien mirado, así les dábamos con las letras (de otro tipo de cambio) en las narices, que, para los frustrantes e impotentes tiempos que corren, tampoco está nada mal. ¿No os parece?
¡Nos leemos en los "blogs"!

Ah, ¡si estaré tonto! ¡Seguro que ya lo sabéis!, pero para los despistados, mi amiga se llama Gatopardo y su libro se puede comprar en:
Título:"Relatos", Autora: Gatopardo.
Publicaciones Acumán
Avda. Francia, 10, 1-3 A
45005 Toledo
E.mail: acuman@terra.es

Javier Auserd.

2 comentarios

Dinosaurio -

Anda, anda, no digas que te llamas Modesta Gertrudis de Avellaneda. Escribes de p. madre (estamos en horario infantil) y tú lo sabes y todos lo vemos porque leer sabemos (de momento).
Y no te salgas por peteneras con lo de "magnífica literatura", porque si quieres que te regale los oídos más extensamente lo dices y lo hago en cuanto tenga un rato y a este cacharro del demonio (léase ordenador) le de la gana, que me tiene harto.
Besos.

Gatopardo l'agüela -

Yo también te quiero un montón, Dinosaurio, pero mientes como un bellaco si dices que poner una palabra después de la otra y contar historias sin enrollarme con descripciones del paisaje ni poner siete adjetivos y cinco adverbios en chorrilera es "magnífica literatura"
Pero, hombre de Dios, si para escribir "magnífica literatura" hay que ser un coñazo insoportable.
Vaya lío de cuentas has montado, y total, con saber lo que llevas en el bolsillo para gastar ya se sabe lo suficiente, sin tanta mandanga de porcentajes.
Y gracias, monstruo. Millones de gracias de parte de una gente de Tolima (Colombia)