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La cueva del dinosaurio

Tú la llevas.

Tú la llevas.

La verdad es que, aunque el asunto sea tan serio y preocupante, da risa. Porque cada vez que el P.P. se mete en líos, la caga o le sale el tiro por la culata, pide explicaciones al Gobierno, como ahora con el procesamiento del juez Garzón de tres funcionarios por la presunta falsificación de un documento que vinculaba a los terroristas islámicos con los de ETA a través de un insecticida y desodorante de uso común. ¡Como tiene que ser!, ¡con un par! Y además, se hace alusión a los GAL y listo el bote. Naturalmente. Si su ideólogo jefe se remonta al moro Almanzor, cómo no se van a remontar ellos más cerca con tal de que no tenga nada que ver con el tema.


No cabe duda de que el cinismo y la cara dura de que hacen gala son admirables. Admirables para quien admire la escenificación impertérrita de la mentira más pasmosa y pasmada. Esto sí que es el “impasible el ademán” franquista y lo demás son tonterías.


¿Pero no les dará vergüenza? ¡Si me la da a mí por ellos! Pues nada, ellos a lo suyo: a mentir, a intentar engañar, a disimular y a desviar.


Yo no digo que los socialistas seamos perfectos, ni santos, ni intachables, ni inmaculados, que también nos salen granos y hemos pagado políticamente lo nuestro y cada uno lo suyo y el que la ha hecho la ha pagado y seguiremos teniendo en nuestras filas impresentables que cuanto más lejos mejor, pero yo no recuerdo una actitud “oficial” semejante ni de lejos.


Me recuerda al famoso juego infantil “tú la ligas” o “tú la llevas” (el “tula”), en el que quien la “liga” tiene, figuradamente, la culpa de todo hasta que se desprende de ella  pasándosela a otro. Sólo que aquí, hasta el juego está trucado: uno de los niños hace trampas y no admite que le han pillado ni aunque se lo digan un juez y otro juez, unos hechos y otros hechos, una elección y otra elección, de manera que, para él, la culpa la sigue teniendo quien él diga, todo el rato.


Ya sé que no van a reconocerlo nunca, ni se van a poner a llorar, ni van a pedir perdón (ese perdón que exige Aznar a los musulmanes “españoles” de hace cinco o trece siglos, qué más da) por empecinarse en barbaridades sin pies ni cabeza. Ya lo sé. Pero yo (ingenuo y atontado de mí), aún me creo que un político debe ser honrado, honesto y coherente, aún me creo (con la que sigue cayendo) que mis representantes parlamentarios deben tener vergüenza y dignidad (aunque espero que no sean toreras), aún aspiro a que se reconozca y se practique la Verdad, la Ley y la Justicia por encima de todo. ¡Cómo se nota que los ciudadanos de a pie no tenemos carguitos!, ¡pobre democracia!

Javier Auserd.

(La imagen es de Shin Chan y su familia).

2 comentarios

Dinosaurio -

Es verdad que eso es lo preocupante, eso, por desgracia, pasaba con Agamenón, con Alejandro, con Nerón, con Pelayo, con Saladino, Napoleón, Churchill, González, Aznar, etc. Pero Gata, no ves que mientras vayas al pairo ellos no paran de cagarla. Cada palo que aguante su vela, pero hay que decirlo. Yo, cuando la caga la Trini (o quien sea) lo digo y allá películas.

Gatopardo -

A mí que el PP disparate, casi que me la trae al pairo; pero que unos funcionarios de la Policía Científica hagan trampas me abre las carnes; porque los tribunales dictan sentencias todos los días, fiados de la autoridad de sus informes. Y quien nos dice que no haya un puñado de informes tan falsos como estos por los que se ha condenado a un inocente o se ha liberado a un culpable.
Un abrazo