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La cueva del dinosaurio

Los dioses no lloran.

Los dioses no lloran.

Los propios dioses. Isaac Asimov.

http://www.popularlibros.com/autores/ASIMOV,ISAAC/


"Mit der Dummheit kämpfen Götter selbst vergebens". Friedrich Schiller (1759–1805).


No me había dado cuenta hasta ahora, pero a nuestro gato le cabrea que yo haga que lloro. Alguna vez lo había hecho cuando él se ponía muy pesado pidiendo algo y creí que se ponía triste, pero no: es que se enfada. No sé si se trata de que lo considera intrusismo profesional, si es que le conmueve o es que, simplemente, piensa que los proveedores no deben llorar. Y tiene razón.
¿Os imagináis a los dioses o a Dios llorando? ¡Qué decepción!, ¡qué vergüenza! No. Los dioses no lloran. Se nos caerían los palos del sombrajo. Y eso no puede ser.
Que lloremos nosotros, vale, pero que lloren los entes superiores (salvo encarnaciones correspondientes) sería un escándalo y sólo de pensarlo me dan escalofríos. Un ente superior, por definición, está por encima de esas contingencias vulgares y humanas (o gatunas o perrunas o mamíferas en general). Haced la prueba con vuestras mascotas (excepto iguanas, serpientes o similares) y luego me contáis.
A lo largo de la Historia (pre y protohistoria incluidas), hemos ido adornando a nuestros dioses de todas la virtudes, perfecciones, omnipotencias y omnisciencias que nos han parecido más excelsas y sublimes (de las que nosotros adolecemos), sin pararnos a pensar que les hemos cubierto de una carga pesada e insoportable que, lo mismo, rechazan, pero que no se les ocurra a ellos darnos la vara con sus problemas.
Los gatos, que son mamíferos muy prácticos, tienen dioses funcionales y generosos, que somos nosotros. Y nosotros también, misticismos aparte, aunque tengamos la habilidad de disimularlo.
Todo mamífero (no sé el resto de seres vivos, quizás sea parecido) necesita un ente superior protector, proveedor inagotable de bendiciones, parabienes y caprichos y dispensador de múltiples gracias, buena suerte y buen rollito. Pero, ¡por Dios santo!, que no se le ocurra llorar.

Javier Auserd.

13 comentarios

Dinosaurio -

Querida Oana: te echamos de menos en la Red. Pero sólo tú puedes decirdir.
Claro que los dioses lloran, sobre todo los que llevamos dentro.
Cuídate mucho tú también, por favor, y no cojas frío.

olvidare el ayer... -

ola amigo;como estas?hace tiempo que no visito tu mundo y pido disculpas,pero,estube en un mal momento,y la verdad que necesitaba alejarme un tiempo del mundo ruidoso y hipocrita;ahora me dedico mas a la pintura;pinto y pinto,porque pintar es como entrar en otra dimension,es crear el mundo que uno desea,te ofrece la libertad de elegir y colorear,tu vida;es magia;y necesito la magia para cambiar mi mundo gris;
yo pienso que los dioses,lloran;tienen sentimientos,igual que nosotros,solo que son mas poderosos,nada mas;yo quiero pensar que los dioses lloran y asi ,espero,que comprenderan mejor nuestra existencia,como humanos;y nuestras mascotas ,tambien lloran,sienten lo que nosotros sentimos,pero jijiji si yo me cabreo ,no quiero que tambien mi mascota se cabrea,que entonces vaya lio que tendre,jijiji.
un beso y un abrazo con cariño,amigo,y cuidate mucho.

Dinosaurio -

Jazmín, eso es, no tenemos que cargar nuestras frustraciones sobre nadie.
Espartaco, gracias por enlazarme. Nos seguimos leyendo.
Sak, ni se te ocurra cabrear a tu perro y menos aún si barruntas que te puede morder, por favor. No me hagas sentir como el Yahvé de Isaac, yo sólo soy el último mono de la tribu. No podría resistirlo.
Abrazos para todos.

Sakkarah -

Vaya...Necesitamos de la fuerza para agarrarnos a ella.

Lloraré a ver que hace mi perro, pero ese, si se cabrea, me muerde, ¿eh?

Un beso.

ESPARTACO -

Hola Dino: He puesto también en mi blog un enlace al tuyo. Gracias por tus comentarios en mi blog. No seguiremos leyendo amigo. Saludos. E.

jazmin -

Bueno yo tengo un perrito y si te ve triste el lo nota.

Sobre los dioses ¿qué decirte? puedo entender a los creyentes, pero creo que depositan en ellos demasiada carga, cuando la carga que lleva cada uno la ha de liberar uno mismo.

Un abrazo, Dino

Dinosaurio -

Me resulta muy halagador que alguien me haga caso y os lo agradezco efusivamente, pero esto os enseñará a no tomarme en serio ni al pie de la letra.
Pau, se me ocurren al menos tres explicaciones a lo de tu gata: (1) tu gata es más pasota y más lista que el mío (que está muy ñoño), (2) finges muy mal y debes practicar más, (3) las dos a la vez.
Mela, ser atea es lo mejor que puedes ser. En cuanto a los gatos, es que los conoces poco.
Juan Carlos, gracias.
Hannah, tú sí que sabes.
Espartaco, es cierto que es una manía muy "humana" la de interpretar todo desde nuestra perspectiva. Gracias por recordarnoslo.
Querida Gata: Déjame que te de un abrazo muy fuerte, lo primerito, por venir a vernos. Y luego, decirte que es verdad: los gatos tienen sentimientos y empatías poco conocidas y, a veces, mal entendidas (por mí el primero, aunque yo sea otro gato callejero más). Vuelve siempre.
Abrazos para todos.

Gatopardo -

No todos los gatos reaccionan igual: Don Pío aguanta con estoicismo que le quite su juguete, que lo comparta; pero se pone frenético si me río a carcajadas, y tengo que salir por pies; Aviraneta, sin embargo, cuando me río, se me sube al hombro de un salto y frota su cabeza en mi cara; y los otros como si nada. Pero si me ven llorar... se esconde Aviraneta, y don Pio se pone mimoso.
Y eso de que los animales no tienen sentimientos no lo podemos decir nadie que hayamos convivido con ellos toda la vida.
Besos

ESPARTACO -

Hola Dino: No se en realidad si en gato u otro animal se cabrea por si le haces como que estás llorando; lo he visto y es cierto lo que dices, que experimenta una reacción, pero no estoy seguro que sea "cabrarse". Se que determinados sonidos les molesta al perro y al gato. En todo caso es algo material que se puede explicar. Soy muy parco en no humanizar a los animales. No le atribuyo "sentimientos" que no tienen, por que simplemente no son humanos. Y de Dioses superiores pues no se en realidad si lloran. Si es así tampoco lo veo malo. Bueno un abrazo amigo. E.

Hannah -

Mi erxperiencia con felinos es nula, no así con cánidos; éstos, invariablemente, se deshacen en consuelos cuando ven a su "mascota" triste (la experiencia me ha demostrado que los "amos son ellos" aunque vivamos la ilusión inversa). Linda, mi Husky, cuando me ve triste se hace un ovillo a mi lado y me colma de lametones. Y si la tristeza se prolonga, además de los lametones y las miradas compasivas, aulla lastimeramente al son de mis gemidos, hasta que empieza a inquietarse y a tratar de que pare y cambie de ánimo. Las dos, Lioba y Linda, si me ven llorar se desviven por alegrarme. Un día, mientras Lioba me traía todos sus juguetes y me miraba en plan incrédulo -no podía creer que siguiera llorando a pesar de tener en mi regazo todo lo que para ella era divertido-, Linda me trajo un libro y me lo arrojó -literalmente- a la cara... ¡Desde luego dejé de llorar y rompí a reír... ¡La risa está tan cercana del llanto!
Lo de los dioses, como nunca creí en ellos, la verdad es que me importa un bledo. Pero lo de los cánidos y demás mamíferos, ya es otra cosa. Al animal humano, lo dejo aparte; los hay que cuando una llora, se alegran y prosiguen sus actividades para incrementar el llanto. Sin embargo los cánidos tienen una sensibilidad y bondad extrema, por lo menos esa es mi experiencia con los que he convivido y convivo.
Un tierno abrazo, Dinosaurio.

juan carlos guerrero -

me ha divertido tu texto, nunca he visto ni ha superman llorar, tampoco al hombre araña, dioses llorando ufff, sería terrible.

Mela -

Los seres humanos somos tontos, no me canso de repetirlo. Primero cargamos a nuestros dioses con toda clase de expectativas de poder. Como a los superhéroes, vamos. Y encima, pretendemos que no lloren.

Si yo fuera algo de eso (superpoderosa o algo parecido), me pasaría el día llorando del susto.

Será por eso que he decidido ser atea, así no hago llorar a nadie ;D

Beso, Dino.

P.D. Los gatos me dan un yuyu...

pau -

Prometo que después de leer este tema he llorado al lado de mi gata. No sé si por lo falso del asunto (es sabido lo perceptivos que son estos bichos) o porque le importo un pito, ha tenido la desfachatez de mover solo la oreja, una para ser más exactos.
Vaya susto me llevaría de ver a dios llorando, no por sus lágrimas, sino por verlo. Se me desmontaría todo el tinglado, con el agravante que iría fijo al infierno.