Blogia
La cueva del dinosaurio

Brassens

El gorila. George Brassens, 1.952.

El gorila. George Brassens, 1.952.

Oír en: http://www.goear.com/listen.php?v=6c74bf6
http://www.trackinggirona.com/caratules2006.htm

Allá por los míticos años setenta (a cuyas tan malas representaciones estamos asistiendo, de momento), oí una versión de "El gorila" de Brassens que, como tantas veces me pasa (¿por qué será?, ¿me estoy haciendo viejo?), no recuerdo de quién es. Su letra es la que os ofrezco más abajo, aunque veréis que la versión para escuchar de GoEar es otra, es la de Javier Krahe, Pablo Carbonell y Joaquín Sabina. Me parece interesante contrastar ambas.
Ah, ni que decir tiene que hay que situar la irónica misoginia del anarquista Brassens en su contexto espacio-tempo-cultural, para que veamos lo que influyen (mucho más de lo que nos creemos) los usos y costumbres que todo lo impregnan en cada momento. Pero dicho queda.

Tras los barrotes puestos en fila,
todas las hembras del lugar
contemplaban un gran gorila
sin prejuicio del qué diran.
Estas impúdicas comadres,
yo sólo cuento lo que ví,
miraban algo que mi madre
me prohibe decir aquí.
¡Ojo al gorila!
Cuando, de pronto, aquella jaula
donde estaba el bello animal
se abrió, no sé por qué, supongo
que la habrían cerrado mal.
El cuadrumano al verse libre
dijo: "Hoy la pierdo de verdad",
lo explicaré si no está claro:
pensaba en su virginidad.
¡Ojo al gorila!
El propietario de la fiera
al ver lo ocurrido exclamó:
"Es raro, porque mi gorila
nunca con monas se acostó".
Cuando el rumor de que era virgen
se corrió entre la población
corrieron todas, como locas,
desperdiciando la ocasión.
¡Ojo al gorila!
Incluso huían las que antes
deseaban irse con él,
mostrando así la inconsecuencia
tan habitual en la mujer.
Su celo era injustificado
pues el gorila al cortejar
es superior a muchos hombres,
más de una lo puede probar.
¡Ojo al gorila!
Todo el mundo se precipita
y huye del celo del animal
excepto una viejecita
y un juez de lo criminal.
Al ver que nadie le hace caso
como si fuera un apestado
el mono se fue tras los pasos
de la vieja y del magistrado.
¡Ojo al gorila!
"Bah -pensaba la viejecita -
que aún se me pueda desear
es una cosa bien inaudita
imposible de imaginar".
"Oh -decía el magistrado -
creer que soy una mona yo,
es completamente imposible".
A continuación vio que no.
¡Ojo al gorila!
Imaginad que un día de estos
entre una vieja y un juez os
obligaran a violar a uno
cual cogeríais de los dos.
Si por azar un día cualquiera
me pasara una cosa así
estad seguro que a la vieja
es la que habría de elegir.
¡Ojo al gorila!
Mas aunque el gorila sea muy ducho
en los asuntos del amor,
se sabe que en cuestión de gustos
siempre ha sido de lo peor.
Por eso no escogió a la vieja,
como sería natural,
y cogiendo al juez de una oreja
se fue con él a un matorral.
¡Ojo al gorila!
Lo que siguió fue delicioso,
es una lástima que a mí
no se me permita contarlo,
os hubiera hecho reir.
El juez gritaba y pataleaba,
a la hora de la verdad,
igual que el reo que a garrote
acababa de condenar.
¡Ojo al gorila!

Imagen idea de Sakkarah

http://www.esnips.com/doc/1578848f-8bd5-465c-a0ec-3b8708d4a5f9/gorila

El testamento. George Brassens/Paco Ibañez.

El testamento. George Brassens/Paco Ibañez.

http://www.youtube.com/watch?v=KQxV7gvg8kM

http://www.youtube.com/watch?v=MDXWPrkxRsQ 

Aprovechando que mi nieto Javierito se ha ido a dar un voltio, he entrado yo y os dejo la versión que hizo Paco Ibañez de una canción de Brassens en su disco: "Paco Ibañez canta a Brassens" en 1.979. Se llama El testamento. Os la pongo primero como yo la recuerdo o como la entendí cuando la oía hace muchos años y luego os pongo la traducción. Como veréis (y yo me acabo de dar cuenta) hay ligeros matices y debe ser que yo la entendía mal o que siempre he sido de Orejilla del Sordete y ni cuenta, oye.


El Testamento.
Me pondré triste con asombro
cuando el dios con quien siempre voy
me diga con la mano al hombro:
"Vente pa’rriba a ver si estoy".
La tierra entonces y el cielo,
todo tendré que abandonar.
Aún estará de pie el roble,
el de mi caja funeral.
Aún estará de pie el roble,
el de mi caja funeral.

Dios quiera que mi viuda sienta
al enterrarme un gran dolor.
Que no necesite cebolla
para demostrarme su amor.
Y que tome en segundas nupcias
esposo de mi calidad.
Así podrá sacar provecho
de mis chinelas y mi ajuar.
Así podrá sacar provecho
de mis chinelas y mi ajuar.

Aquí yace una hoja muerta,
mi testamento se acabó.
Hay un letrero en la puerta:
"Cerrado porque se murió".
Ya no me dolerán las muelas.
Yo me despido sin rencor.
A la fosa común del tiempo
y del olvido ya me voy. 
A la fosa común del tiempo
y del olvido ya me voy.

 

El testamento (una de las traducciones completas, pero no es la literal).
Me pondré triste como sombra
Cuando el dios con quien siempre voy
Me diga con la mano al hombro:
"Vete pa’arriba a ver si estoy"
La tierra entonces y el cielo
Todo tendré que abandonar
¿Aun estará de pie el roble
El de mi caja funeral?
¿Aun estará de pie el roble
El de mi caja funeral?

Si hay que ir al cementerio
Me fumaré el funeral
Y si no puedo hacer novillos,
A rastras y a no poder más
Y que más da si me creen loco
Si me riñe el enterrador
Caminito del otro barrio
"Pasen ustedes por favor".
Caminito del otro barrio
"Pasen ustedes por favor".

Antes de ir a hacer el oso
Con las ánimas de Plutón
Quiero otra vez estar celoso
Otra vez dar mi corazón
Una vez más decir "te quiero"
Una vez más desatinar
Al deshojar el crisantemo
Que es margarita funeral.
Al deshojar el crisantemo
Que es margarita funeral.

Dios quiera que mi viuda sienta
Al enterrarme un gran dolor
Y no necesite cebollas
Para demostrar su amor
Que tome en segundas nupcias
Esposo de mi calidad
Así podrá sacar provecho
De mis chinelas y mi ajuar.
Así podrá sacar provecho
De mis chinelas y mi ajuar.

Que sea dueño de mi esposa
Que beba y fume en mi hogar
Pero que nunca cien mil diablos
Mi jaca se atreva a montar
Aunque no tenga yo ni pizca
Ni sombra de perversidad
Si tal hiciera mi fantasma
Le vendría a perjudicar.
Si tal hiciera mi fantasma
Le vendría a perjudicar.

Aquí yace la hoja muerta
Mi testamento se acabó
Hay un letrero en mi puerta
"Cerrado porque se murió"
Ya no me dolerán las muelas
Yo me despido sin rencor
A la fosa común del tiempo
Y del olvido ya me voy.
A la fosa común del tiempo
Y del olvido ya me voy.

Agur, majetes.

Maligno Riguroso.

L'Orage. Georges Brassens.

L'Orage. Georges Brassens.

No pensaba insistir en esta canción, pero enredando en la Red, encontré esta traducción literal de "La tormenta", que resalta el enorme talento de Javier Krahe recreando prácticamente el poema. Creo que así se aprecia mejor (muy cerca una de otra) y por eso la lanzo.

Háblenme de la lluvia y no del buen tiempo
El buen tiempo me disgusta y me hace rechinar los dientes
El bello azul me hace enfurecer
Pues el amor más grande que me han dado sobre la Tierra
se lo debo al mal tiempo, se lo debo a Júpiter
me cayó de un cielo en tormenta.
Una noche de noviembre, a caballo sobre los techos
Un trueno de aquellos, con un ruido de casa de putas
encendía sus fuegos de artificio
Abandonando su cama en camisa de dormir
mi vecina ansiosa vino a golpear a mi puerta
Pidiendo mis buenos oficios.
"Estoy sola y tengo miedo, ábrame, por piedad
mi esposo ha partido a sus duros menesteres
pobre y desafortunado mercenario
obligado a dormir afuera cuando hace mal tiempo
por la buena razón de ser representante
de una tienda de pararrayos".
Bendiciendo el nombre de Benjamín Franklin
la puse en sitio seguro entre mis brazos cariñosos
y después el amor hizo el resto
tú que siembras los pararrayos a montón
y no has puesto uno en tu propia casa
No existe error más funesto.
Cuando Júpiter se fue a hacer oír a otra parte
la bella, habiendo conjurado su temor
y recobrando todo su coraje
regresó a sus aposentos a secar a su marido
y me dejó citado para los días de intemperie
Cita en la próxima tormenta.
A partir de ese día yo no he bajado los ojos
Yo consagro mis tiempos a contemplar los cielos
a mirar pasar las nubes
a acechar los estratos, a vigilar los nimbos
a mirar dulcemente los menores cúmulos
pero ella no ha vuelto.
El buen hombre de su marido había hecho tantos negocios
Vendió tantas puntitas de hierro aquella noche
que ahora se hizo millonario
y se la llevó a donde los cielos son siempre azules
a un país imbécil donde nunca llueve
y no saben nada de los truenos.
Dios quiera que mi queja llegue a tambor batiente
a hablarles de la lluvia, a hablarles de tiempos malos
en que nuestras cabezas se juntaron
le contara que un relámpago asesino
en el centro de mi corazón ha dejado el dibujo
de una florecita que se le parece.

La tormenta. Brassens/Krahe.

La tormenta. Brassens/Krahe.

Yo tuve un gran amor durante un chaparrón
y sentí aquella vez tan profunda pasión,
que ahora el buen tiempo me da asco.
Cuando el cielo está azul no lo puedo ni ver,
que se nuble ya el sol, que se ponga a llover,
que caiga pronto otro chubasco.

Confirmando el refrán una noche de abril,
la tormenta estalló, mi vecina febril,
asustada con tanto trueno,
brincó en un santiamén del lecho en camisón
y se vino hacía mí pidiendo protección:
"Auxílieme usted, sea bueno".

"Ábrame por piedad, estoy sola y no sé
si podré resistir, mi marido se fue,
pues tiene, entre otros muchos fallos,
que en las noches así abandona el hogar
por la triste razón de que va a trabajar:
es vendedor de pararrayos".

Bendiciendo al genial Franklin por su invención
en mis brazos le di curso a su petición,
y luego el amor hizo el resto.
Mira tú que instalar pararrayos por ahí
y olvidarte poner en tu casa, ¡caray!
¡Cometiste un error funesto!

Varias horas después cuando al fin escampó,
ella se hubo de ir pero antes me citó
para la próxima tormenta.
"Mi esposo va a llegar y si en casa no estoy
se me va a resfriar. Así que ya me voy
a secarle la cornamenta".

Desde entonces jamás he dejado el balcón,
no hago más que poner la máxima atención
en cirros, cúmulos y estratos.
La menor nube gris me colma de placer,
aunque, a decir verdad, sé que no han de volver
tan torrenciales arrebatos.

A base de vender palillos de metal
su marido reunió un pingüe capital,
y se hizo multimillonario.
A vivir la llevó a un imbécil país
donde si se oye llover será porque haga pis
algún niño del vecindario.

Ojalá mi canción llegue al Sáhara aquél
a decirle que yo le seré siempre fiel,
que la llevo dentro del alma.
Y aunque sople el simún con seca realidad,
un día nos reunirá una gran tempestad
tras la que no vendrá la calma.

 

Esta canción de Brassens, traducida por Javier Krahe, la canta Alberto Pérez en el L.P. "La Mandrágora" de 1.981. Tampoco necesita presentación y también me gusta mucho. Su sutil ironía erótica y la perfecta construcción poética que Krahe supo adaptar al castellano hablan por sí solas de la talla de ambos poetas.

Javier Auserd.

Mourir pour des idées. George Brassens.

Mourir pour des idées. George Brassens.

Hace pocos días que se ha cumplido el 25 aniversario de la muerte de George Brassens. No me gustan los aniversarios y me acabo de enterar después de elegir para la anotación de hoy a este grandísimo, enorme y prodigioso poeta anarquista (¡dichosas etiquetas!) francés que siempre me ha gustado y que conozco a través de las adaptaciones al español que, de algunas de sus canciones, han hecho Paco Ibañez y Javier Krahe. Y me sigue impresionando su forma de decir sus poemas y de cantar sus poemas: su sencilla complejidad, su mordaz ironía, sus humanas y reconocidas contradicciones ... su humanidad.

 

Mourir pour des idées, l'idée est excellente
Moi j'ai failli mourir de ne l'avoir pas eu
Car tous ceux qui l'avaient, multitude accablante
En hurlant à la mort me sont tombés dessus
Ils ont su me convaincre et ma muse insolente
Abjurant ses erreurs, se rallie à leur foi
Avec un soupçon de réserve toutefois
Mourrons pour des idées, d'accord, mais de mort lente,
D'accord, mais de mort lente

Jugeant qu'il n'y a pas péril en la demeure
Allons vers l'autre monde en flânant en chemin
Car, à forcer l'allure, il arrive qu'on meure
Pour des idées n'ayant plus cours le lendemain
Or, s'il est une chose amère, désolante
En rendant l'âme à Dieu c'est bien de constater
Qu'on a fait fausse route, qu'on s'est trompé d'idée
Mourrons pour des idées, d'accord, mais de mort lente
D'accord, mais de mort lente

Les saint jean bouche d'or qui prêchent le martyre
Le plus souvent, d'ailleurs, s'attardent ici-bas
Mourir pour des idées, c'est le cas de le dire
C'est leur raison de vivre, ils ne s'en privent pas
Dans presque tous les camps on en voit qui supplantent
Bientôt Mathusalem dans la longévité
J'en conclus qu'ils doivent se dire, en aparté
"Mourrons pour des idées, d'accord, mais de mort lente
D'accord, mais de mort lente"

Des idées réclamant le fameux sacrifice
Les sectes de tout poil en offrent des séquelles
Et la question se pose aux victimes novices
Mourir pour des idées, c'est bien beau mais lesquelles ?
Et comme toutes sont entre elles ressemblantes
Quand il les voit venir, avec leur gros drapeau
Le sage, en hésitant, tourne autour du tombeau
Mourrons pour des idées, d'accord, mais de mort lente
D'accord, mais de mort lente

Encor s'il suffisait de quelques hécatombes
Pour qu'enfin tout changeât, qu'enfin tout s'arrangeât
Depuis tant de "grands soirs" que tant de têtes tombent
Au paradis sur terre on y serait déjà
Mais l'âge d'or sans cesse est remis aux calendes
Les dieux ont toujours soif, n'en ont jamais assez
Et c'est la mort, la mort toujours recommencée
Mourrons pour des idées, d'accord, mais de mort lente
D'accord, mais de mort lente

O vous, les boutefeux, ô vous les bons apôtres
Mourez donc les premiers, nous vous cédons le pas
Mais de grâce, morbleu! laissez vivre les autres!
La vie est à peu près leur seul luxe ici bas
Car, enfin, la Camarde est assez vigilante
Elle n'a pas besoin qu'on lui tienne la faux
Plus de danse macabre autour des échafauds!
Mourrons pour des idées, d'accord, mais de mort lente
D'accord, mais de mort lente.

 

Está en   http://www.acontratiempo.net/paginas/TextosCanallasBrassens.htm   y también se puede oír en esta página.

 

Morir por las ideas, la idea es excelente.
Por no tenerla, a punto estuve de morir,
pues los que la tenían, en multitud ardiente
con sus gritos de muerte cayeron sobre mí.
Y ahora que la tengo mi musa insolente,
abjura de su error, se une a ellos al fin
no sin darle al asunto un cierto retintín:
Muramos por ideas,
mas de muerte lenta
de muerte lenta.

Gocemos, ya que no hay peligro en el retraso,
del viaje por las curvas del camino a seguir;
que podemos morir, si forzamos el paso,
por una idea absurda, vacía y baladí.
Y al dar el alma a Dios es triste darse cuenta
en medio de amargura y de desolación
que equivocamos rumbo, camino y convicción.
Muramos por ideas,
mas de muerte lenta.

Los santos pico de oro que el martirio predican
siempre se quedan un largo tiempo por aquí.
"Morir por las ideas": decirlo por si pican
es su medio de vida,
su razón de vivir.
Siempre que de los años
que viven hago cuenta
en largas vidas ganan al buen Matusalén;
para mí que se dicen, en cuanto no los ven:
"Muramos por ideas,
mas de muerte lenta
de muerte lenta".

Reclaman las ideas el santo sacrificio;
sectas de todo tipo se ofrecen por igual.
Mas cabe preguntar a las víctimas de oficio:
morir por las ideas,
vale, pero ¿por cuál?
Con su bandera cada idea se presenta
y el sabio ante la tumba, cuando las ve llegar,
da vueltas mientras piensa, duda y vuelve a pensar:
muramos por ideas,
mas de muerte lenta
de muerte lenta.

Si fuesen hecatombes medidas apropiadas
para ponerlo todo en vías de arreglar,
después de tantos muertos
y cabezas cortadas
en pleno paraíso tendríamos que estar.
Pero la edad de oro se pierde en las calendas,
los dioses no se sacian y siempre tienen sed.
Es la muerte, la muerte; es una y otra vez.
Muramos por ideas,
mas de muerte lenta
de muerte lenta.

Místicos visionarios, apóstoles fogosos,
morid pues los primeros: yo ya me iré detrás.
Pero dejad ¡carajo!
que vivamos nosotros,
el lujo que tenemos es la vida, no hay más.
Pues la Guadañadora ya nos vigila atenta
guadaña no hay que darle ni provocar su ardor.
¡No a la danza macabra del hoyo alrededor!
Muramos por ideas,
mas de muerte lenta
de muerte lenta.

Traducción adaptada en   http://www.actiu.net/estudioateo/poesia/morirideas.htm