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La cueva del dinosaurio

Graves inundaciones en el Sáhara, nieve en Nueva York (Noticia pobre, noticia rica).

Graves inundaciones en el Sáhara, nieve en Nueva York (Noticia pobre, noticia rica).

Es posible que el periodismo lo hagan los periodistas, pero, al final, en las noticias que se publican mandan los empresarios. Es una perogrullada, pero conviene recordarlo de vez en cuando.
Como en todo, hay noticias ricas y noticias pobres. Tomemos como ejemplo la reciente nevada en Nueva York, que ha sido noticia profusamente emitida por los medios norteamericanos y de la que se han hecho eco el resto de medios mundiales. No ha tenido apenas consecuencias más allá de unas pocas molestias rápidamente solventadas.
Tomemos ahora las inundaciones en los Campamentos de Refugiados saharauis de Tinduf por unas lluvias torrenciales que han durado cuatro días. Tampoco ha habido muertos, pero sí heridos, numerosas desgracias personales y 12.000 familias (unas 68.000 personas) afectadas y la mitad de las ya precarias construcciones tumbadas. Sin embargo, más allá de los llamamientos de la R.A.S.D., de la Media Luna Roja saharaui o de la Cruz Roja internacional, apenas ha tenido eco mediático.
Sí, el gobierno y el pueblo argelino han ayudado inmediatamente. Sí, la Agencia Española de Cooperación Internacional ha mandado un avión. Pero yo me refiero más al impacto mediático, que ha sido casi nulo fuera de los círculos prosaharauis habituales.
Yo me he desgañitado mandando fax y correos electrónicos con la noticia a los medios de la ciudad donde vivo y no me han hecho ni puto caso (con perdón), mientras rellenan su programación con auténticas chorradas como el tamaño de la cornamenta de los machos cabríos o con el día de los enamorados (¡¿tendrán algo que ver?!).
Aunque esto otro no tenga nada que ver, me viene a la mente el poema de León Felipe "¡Qué pena!" al que, recuerdo que, puso música Adolfo Celdrán en su doble LP "León Felipe y sus intérpretes" de 1.976 y dice así:

¡Qué pena si este camino fuera de muchísimas leguas
y siempre se repitieran
los mismos pueblos, las mismas ventas,
los mismos rebaños, las mismas recuas!

¡Qué pena si esta vida tuviera
- esta vida nuestra -
mil años de existencia!
¿Quién la haría hasta el fin llevadera?
¿Quién la soportaría toda sin protesta?
¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra
al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?
Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas
¡y los mismos poetas!

¡Qué pena, que sea así todo siempre, siempre de la misma manera!
(De "Autorretrato")

En fin, lo dicho: ¡qué pena!

Javier Auserd.

(Foto:  Estado de la escuela "27 de febrero" http://www.spsrasd.info/sps-s110206.html#2 )

 

2 comentarios

Dinosaurio -

"Nena, tú vales mucho". Y además puedes con todo. Pero, como te dice tu madre, si te cuidaras un poco más, podrías mejor.
La guerra nos persigue do quiera que vamos. Por eso no podemos "ablandarnos" (aunque ¡qué maravilloso sería!).
Aupa ese "hierro".
Abrazos.

Gatpardo -

Saber que estás aquí, dando guerra, me impide angustiarme demasiado por todas las cosas que he de dejar de hacer hasta que vuelva a "poder".
Un abrazo con mi gratitud